Me encanta hacer mis propias decoraciones, y en otoño no iba a ser menos. Así que ¿Por qué no decorar con elementos de la propia naturaleza? Por eso, a principios de octubre, cuando parecía que ya llegaba el otoño (antes de que el tiempo se volviera loco y llegara el veroño), durante un paseo otoñal con Pancho, decidí recoger flores secas para hacer un centro. Pero como fue un paseo un poco improvisado, cometí una serie de errores, y para que no se repitieran, me hice una nota mental que ahora convierto en consejos por si os animáis vosotros también a hacer vuestros propios centros con flores secas naturales:

Una vez en casa de mi madre, me puse a buscar un recipiente donde colocarlas y encontré esta botella tan chula. Estaba tan impaciente que en cuanto llegué a casa por la noche no pude esperar más y la coloqué en el salón.

Pero después llegó el veroño y me olvidé de la decoración otoñal, hasta hace unas semanas que fui a recoger setas con +Viajamos Juntos, +ViajandoEnFurgo y la +La Furgoteta.

Era la primera vez que buscaba boletus y como aun no se me da muy bien y la cantidad de hongos que recogí era inversamente proporcional al tamaño de la caja, decidí recoger algunas piñas para hacer bulto. No tenía muy claro qué iba a hacer con ellas, ya lo pensaría después.

En un principio se me ocurrió d´raselas a mi madre para encender la chimenea, pero eran tan pocas que descarté la idea.

Pero gracias a que el tiempo otoñal volvió,me vino la inspiración y decidí utilizarlas para decorar la mesa del salón, utilizando un macetero que tenía vacío, junto al centro de flores.

Con lo fácil que es, ¿no os animáis vosotros? Eso sí, no seáis vagos y utilicéis las piñas de Ikea, que no cuesta nada salir a dar un paseito por el campo y recoger unas cuantas (del ciervo ya no digo nada, jejeje).